Jerusalén, Mi Amada, la Ciudad del Gran Rey, en el Milenio -Parte 2

Ricardo Claure Peñaloza PODCAST

“Este mensaje lleva una Palabra que todos podrán entender y comprender.

Hoy temprano, en la mañana, cuando yo estaba orando y buscando de nuestro Dios una Palabra que pudiera predicar en este día, leí esta porción de las Escrituras, y sentía ya en mi interior que era el mensaje que tenía que predicar. Mas quería estar seguro, y estuve —como siempre lo hago— leyendo las Escrituras por un lado y por el otro, del derecho y del revés, de Apocalipsis a Génesis, de Génesis a Apocalipsis, buscando algo que pueda verdaderamente darme la seguridad en el espíritu de que sea el mensaje que debo predicar en el día. Y después de bastante tiempo que había transcurrido comprendí, y dije:

—Es eso. Hoy debo predicar de Jerusalem, de la ciudad del gran Rey.

No es Washington, no es Roma, no es Moscú, no es Pekín, no es Tokio, no es Londres ni ninguna otra ciudad en la tierra. Vengo a predicarles de la ciudad de nuestro Dios aquí en la tierra, de la ciudad de Jerusalem.

Y para poder entender esta Palabra debemos dejarnos llevar en el Espíritu a aquel tiempo en que ya el Señor ha establecido su Reino. Dejémonos llevar ya en el Espíritu en la línea del tiempo, y estar todos ya presentes cuando el gran Rey está gobernando la tierra desde Jerusalem; y ver al Rey en su Hermosura, ver a nuestro gran Rey, el Mesías de Israel, Yeshua Hamashiaj, Jesús el Mesías de Israel reinando desde Jerusalem, ver su Grandeza.

Y es ahí donde todos podemos estar ahora, viendo el Esplendor de nuestro Dios. E imagínense poder ver a nuestro Dios sentado en su Trono aquí en la tierra; y por el Espíritu ser transportados a ese tiempo, y ver su Grandeza, su Poder, su Hermosura y su Gloria, descrito en el Salmo 48.

El YO SOY EL QUE SOY estará reinando para aquel instante por sobre toda la tierra, y será —como ahora es— Digno, pero ahí se lo verá en su Excelsa Presencia, se verá su Dignidad, la Dignidad de su Santidad, la Dignidad de ese Amor que solamente pueden recibir los de corazón sencillo”.

Pr. Ricardo Claure Peñaloza

PARA QUE SU IGLESIA SE PREPARE… PARA TESTIMONIO A LAS NACIONES