El mundo de hoy necesita hombres que amen con locura a Dios; que no tengan miedo de asumir retos y desafíos para "evangelizar". Pero sobretodo, está necesitado de hombres santos que no tengan miedo de dejarlo todo por "Seguir a Cristo".
El mundo de hoy necesita hombres que amen con locura a Dios; que no tengan miedo de asumir retos y desafíos para "evangelizar". Pero sobretodo, está necesitado de hombres santos que no tengan miedo de dejarlo todo por "Seguir a Cristo".