ISAÍAS 2. ANTES DE PEDIR JUSTICIA.

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ANTES DE PEDIR JUSTICIA. ISAÍAS 2:4 El SEÑOR mediará entre las naciones y resolverá los conflictos internacionales. Ellos forjarán sus espadas en rejas de arado y sus lanzas en herramientas para podar. No peleará más nación contra nación, ni seguirán entrenándose para la guerra. 19 Cuando el SEÑOR se levante para sacudir la tierra, sus enemigos se escabullirán en hoyos hechos en tierra. En cuevas en las rocas se esconderán del terror del SEÑOR y de la gloria de su majestad. NTV. Ante el incremento de los conflictos entre las naciones, la violencia, las enfermedades y la muerte de miles y miles de niños alrededor del mundo por falta de alimento, muchas personas ponen su voz de protesta contra Dios. En sus protestas cuestionan por qué el Señor no toma medidas para detener todo esto que está afectando a todo el mundo. Con estos cuestionamientos ponen en tela de duda Su existencia, o Su poder para controlar todo lo que se suscita en este mundo. A pesar de los cuestionamientos que puedan tener los hombres acerca de la existencia de Dios o su poder, Dios es real y controla absolutamente todo lo que se suscitan en este mundo. Nada de lo que existe en el mundo escapa de Su control o de Su dominio, todo absolutamente todo se mueve por que Él lo desea o porque Él lo dispone. Dios no toma medidas para frenar la maldad y todo lo malo que ocurre en este mundo porque Él espera que la humanidad trate de frenar todo esto antes de que Él intervenga, pues cuando el Señor intervenga, no solo acabará con las personas que generan maldad y violencia, sino que también acabará con todas las personas que han reusado vivir de acuerdo a los parámetros establecidos por Él en su bendita Palabra. Para el hombre es fácil decir de que Dios intervenga y detenga la maldad, pero no se detiene a recapacitar de que él también es causante de esa maldad y que merece ser aniquilado juntamente con todos los malvados y perversos que generan violencia. Un día, el anhelo de las personas que cuestionan a Dios se cumplirá. En aquel día, el SEÑOR mediará entre las naciones y resolverá los conflictos internacionales. No habrá cabida para las armas que generan violencia. Las armas que anteriormente se utilizaban para las guerras serán convertidas en rejas de arado para la labranza de la tierra y en herramientas para podar los árboles. Cuando el Señor gobierne el mundo desde su trono en Jerusalén, no habrá confrontación de nación contra nación, ni tampoco entrenamientos para la guerra. No habrá más muerte de inocentes, y la paz reinará en todo el mundo porque Dios quitará todo el pecado que ocasiona guerras, conflictos y otros problemas. Antes de que el Señor tome las riendas del mundo, Él derramará Su juicio sobre todos los malvados y perversos. Ese día va a ser terrible para sus enemigos, para los que no quisieron obedecer su palabra, para los que no aceptaron su nombre, para los que despreciaron su sacrificio. En aquel día, las personas insensatas van a tratar de huir de la presencia del Señor y esconderse donde más puedan para no ver el resplandor de Su poder. El resplandor de su majestad se verá por todo lo alto, nadie se le podrá poner al frente, solo con la pronunciación de una sola palabra hará temblar la tierra. Hay del insensato que piense luchar contra el Hijo de Dios, mejor sería que pida a la tierra que se lo trague antes de ponerse al frente del Señor. Muchos se esconderán, pero no podrán escaparse de la ira del Señor. Queridos hermanos. Anhelar que se acaben los conflictos, la guerra, la violencia las enfermedades y el hambre no es malo, más bien debe ser el clamor de todos los redimidos. Pero es muy diferente anhelar y pedir al Señor que ejecute inmediatamente Su juicio sobre todos los malos y perversos, pues si el Señor lo escucha y ejecuta su juicio en este mismo momento, pueda ser que el juicio lo alcance por no estar viviendo en conformidad a su voluntad. Hermanos. --- Send in a voice message: https://podcasters.spotify.com/pod/show/jesus-is-life1/message